El campus de Sánchez no es un ministerio ni un proyecto; es un campus en toda regla y una parte muy importante de la familia de nuestra iglesia. Creemos en el cumplimiento del mandato de Cristo de visitar a los que están en prisión, así que lo vivimos construyendo relaciones con los delincuentes, sus familias y la administración de la cárcel.

Nuestros voluntarios realizan servicios de adoración semanales, estudios bíblicos en grupos pequeños, clases de certificación, un fin de semana anual incluso llamado Jubileo y apoyo continuo después de la liberación, todo con el objetivo de construir relaciones duraderas con hombres encarcelados que puedan resultar en un discipulado genuino.

Además de la transformación espiritual en la cárcel, estamos emocionados de ver cómo Dios está cambiando la cultura misma de la unidad para mejor. Una persona a la vez, nos asociamos con Dios para traer la libertad incluso tras las rejas.