
LA FE COMO LA DE UN NIÑO
Parte 5: “Dios al rescate”
(Éxodo 3:1-8 NVI)
Un día, Moisés estaba cuidando el rebaño de Jetro, su suegro, que era sacerdote de Madián, y llevó las ovejas hasta el otro extremo del desierto hasta llegar a Horeb, la montaña de Dios. 2 Estando allí, el ángel del Señor se le apareció entre las llamas de una zarza ardiente. Moisés notó que la zarza estaba envuelta en llamas, pero que no se consumía, 3 así que pensó: «¡Qué increíble! Voy a ver por qué no se consume la zarza.
Éxodo 3:1-3
¿CÓMO ES DIOS?
Dios es personal.
Cuando el SEÑOR vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —¡Moisés, Moisés!—Aquí estoy —respondió.
Verso 4
Dios es santo.
—No te acerques más —le dijo Dios—. Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa.
Verso 5
Dios mantiene sus promesas.
Yo soy el Dios de tu padre. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Al oír esto, Moisés se cubrió el rostro, pues tuvo miedo de mirar a Dios.
Verso 6
Dios nos ve y nos escucha.
Pero el SEÑOR siguió diciendo—Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse de sus capataces y conozco bien sus penurias.
Verso 7
Dios nos rescata.
Sí que he descendido para librarlos del poder de los egipcios y sacarlos de ese país, para llevarlos a una tierra buena y espaciosa, tierra donde abundan la leche y la miel.
Verso 8a
El cordero de la pascua (Éxodo 12:21-23)
Jesús es el cordero de Dios (Juan 1:29)